Los mejores mensajes de San Agustín de Hipona, un Santo que entrego su vida a Dios y fue un humilde Papa de la iglesia Católica.
- No hay que buscar a Dios fuera, sino dentro del claustro interior, porque él es más íntimo, que nuestra propia intimidad.
- Señor soy tu siervo, rompiste mis cadenas, te ofrezco mi alabanza. Que te alabe mi corazón, mi alma y mi lengua.
- Recibe siempre con caridad, al que está débil en la fe.
- Señor solo me gusta hablar de ti, tu eres mi mayor riqueza, mi salud y mi Dios.
- Dios ten piedad de mí y escucha mis plegarias llenas de esperanza, esperando la alegría de tú misericordia.
- Yo era un vendedor de la palabra de Dios.
- Desde lo más profundo de mi corazón exclamaba: en su paz y descanso dormiré y desfrutare de un consuelo delicioso.
- Todos mis problemas, me envían a ti Señor.
- Hasta cuando has de estar enojado, no te acuerdes más de mis pecados pasados.
- Dios por ti suspiro día y noche, al conocerte por primera vez, me hiciste elevarme asía ti.
- Señor eres todo poderoso y en ti, es donde se halla el descanso, que hace olvidar todas mis angustias.
- Tú eres quien me da la esperanza y seguridad que tanto necesito.
- Señor, tú que en la oscuridad me diste luz, escucha mi oración, ten piedad de mí.
- Hasta cuando van hacer duro el corazón, porque buscáis la vanidad y la mentira, pero no peques.
- Señor tu que poderoso y puedes darnos mucho más de lo que te pedimos y de lo que pensamos.
Las mejores frases de San Agustín
- No olvide la dureza de tu azote y la admirable nobleza de tú misericordia.
- Señor por ti conocí tu misericordia y yo alabare tu nombre.
- Eres la única y real fuente de vida.
- La muerte quedo aniquilada y convertida en victoria.
- Señor dame castidad y contingencia.
- Gracias señor por librarme de mis deseos carnales, que me tenían fuertemente atado y de la esclavitud mundana.
- Dios el origen de la corrupción no debe venir de ti.
- Acuérdate del necesitado; pues todos lo somos, acuérdate del pobre; pues en cualquier momento lo podemos hacer.
- Por muchas riquezas que tengamos, nuestro vestido es un trapo de carne.
- Soy un buen cristiano si amo a Dios, pero si desprecio a mis hermanos, mi amor a Dios no es sincero, porque no puedo amar a Dios y despreciar a sus hijos.
- Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser un santo.
- La soberbia es pecado que nos aleja de Dios.
- El amor lo es todo, porque sin amor no existe nada, amar y ser amado, era para mí una dulce ocupación.
- Me aleje de la iglesia buscando la verdad, pero ahora vuelvo para advertir que solo ella la enseña.
- Para poder ser santo debemos desterrar de nuestro corazón, la avaricia, la lujuria, la envidia, la ira, la gula y la pereza.
- Señor tú te compadeciste de este polvo y cenizas, y corregiste mis errores.
- Señor hiciste que nuestro corazón solo este satisfecho hasta que descanse en ti.
- Amemos a Dios y después al prójimo, estos son los principales mandamientos que hemos recibidos.
- Los humanos cometemos errores, pero permanecer en la equivocación es terrible.
- La fe limpia el alma y nos lleva al camino correcto.
- La paciencia es la mejor compañía de la sabiduría.
- Los pastores también somos ovejas.
- Nunca pienses que el ayer fue mejor que hoy, solo aprovecha el presente y mira adelante.
- La soberbia convierte los ángeles en demonios y la humildad hace que los hombres sean ángeles.
- El propósito de toda guerra es La paz.
- Evitemos hablar tanto y escuchar más, siempre debes hablar desde adentro de tu corazón.
- Aprendí a distinguir entre la oratoria y la verdad, a mí me seduce la verdad y no las elocuencias verbales.
- Señor que zozobra en la que se debate mi vida.
- Confesar las malas acciones, es el primer paso hacia las buenas acciones.
- Dios ayúdame hacer puro, pero no todavía.
- La tristeza es característica de las almas perdidas.
- La justicia solo es aparente, cuando la misericordia se ausenta.
- No debemos elogiar, aquellos que solo cumplen con su labor y nada más.
- La verdad es como un león, no necesitas defenderla, solo se deja libre y se defenderá sola.
- Dios nunca se cansa de perdonarnos y de tender su misericordiosa mano al caído.
- Acepto ser obispo con amor y humildad.
- Jesús debe ser el centro de nuestras vidas, ser el principio y el final de todo.